15 películas sobre escritores y guionistas

Bloqueos creativos, robos de ideas y hasta viajes en el tiempo. Películas donde el guión y guionista van más allá del papel.
Las películas sobre Hollywood rara vez funcionan, no porque el tema no sea interesante para nosotros, sino porque las historias son a menudo indulgentes y llenas de chistes locales. Pero las películas sobre escritores (e incluso sobre guionistas) son una generación aparte, lo que brinda al espectador un vistazo entretenido e incluso profundo de la mente creativa y el proceso sin ser tan autoindulgentes.
¿Qué hace que los escritores creen, qué los inspira? Y cuando los dos sujetos, la escritura y Hollywood, se encuentran uno frente al otro, los resultados pueden ser en ocasiones deliciosos.
A continuación, una lista con 15 películas acerca de escritores y guionistas. ¿Cuál es su favorita?
Menciones honoríficas: The Rum Diary (2011), Miseria (1990) y Permanent Midnight (1998).

El ocaso de una estrella (Sunset Boulevard, Dir. Billy Wilder, 1950)
Esta sátira sobre Hollyood es infame por sus escenas con Gloria Swanson —que ahora se perciben cursis y exageradas— como la vieja estrella del cine mudo Norma Desmond que tiene delirios de grandeza y ahora vive exiliada en su mansión. “Está bien, señor De Mille, estoy lista para mi close-up”. Pero la columna vertebral de este clásico es la narración desinteresada de William Holden como Joe, el guionista, quien tiene la mitad de la edad de la actriz y quien protesta al recibir sus regalos, pero los acepta de todas maneras y se odia a sí mismo por ello. Todo acontece bajo la mirada conocedora del devoto mayordomo de Desmond, Max, interpretado por el famoso actor Erich Von Stroheim.

Ruby, la chica de mis sueños (Ruby Sparks, Dir. Jonathan Dayton y Valerie Faris, 2012)
Batallando para igualar el enorme éxito de su primera novela, el escritor Calvin Weir-Fields (Paul Dano) escribe sobre una chica producto de la fantasía que encontró en un sueño y que de repente aparece a su lado como una mujer real, de carne y hueso. La pareja en la vida real (Dano y Zoe Kazan) protagoniza esta cautivante comedia independiente escrita por Kazan, quien resulta ser la nieta del director ganador del Óscar, Elia Kazan.

El gran secreto (The Words, Dir. Brian Lugman y Lee Sternthal, 2012)
Esta historia enmarcada como una historia dentro de otra historia es protagonizada por Bradley Cooper como un escritor que disfruta de la fama literaria luego de la publicación de su novela. El problema radica en que no la escribió: la copió palabra por palabra de un manuscrito viejo que encontró dentro de un viejo portafolios que su esposa (Zoe Saldana) le compró en París durante su luna de miel. Y ahora ya salieron todos los trapitos al sol.

Medianoche en París (Midnight in Paris, Dir. Woody Allen, 2011)
Owen Wilson ofrece una interpretación que transforma su carrera como Gil, un novelista frustrado convertido en guionista que regresa a París, en esta ocasión con su prometida —interpretada por Rachel McAdams— quien no tiene paciencia ante los sueños de Gil de escribir la Gran Novela Americana. En una caminata nocturna Gil se les une a dos extraños en un auto antiguo. Se dirigen a una fiesta que resulta estar llena de artistas y escritorios famosos de la década de 1920: Cole Porter, Picasso, F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway, Gertrude Stein. Tiene que descubrir la verdad: ¿estaba soñando?

El escritor fantasma (The Ghost Writer, Dir. Roman Polanski, 2010)
Un escritor por encargo, interpretado por Ewan McGregor, es contratado para escribir la vida del exprimer ministro de Gran Bretaña, encarnado por Pierce Brosnan, luego de que el escritor que había contratado originalmente muere. Pero descubre un secreto que pone su vida en peligro, especialmente si consideramos que su antecesor se ahogó de forma accidental antes de que el borrador estuviera completo. O tal vez se suicidó. O fue asesinado. El escritor fantasma es un thriller con el estilo de Polanski y lleno de corrupción moral y agudísima sátira social.

Sylvia (Dir. Christine Jeffs, 2003)
Según la película, el día que la poetisa Sylvia Plath (Gwyneth Paltrow) conoció a su futuro esposo Ted Hughes (Daniel Craig), escribió: “Algún día moriré por él”. ¿Era intuición o una noción romántica? El filme presenta su eventual suicidio como algo inevitable, pero no explica por qué. ¿Su relación tumultuosa? ¿Su adulterio? ¿La paranoia que la atacaba? Lo que sí es claro es que el estado de inseguridad extrema en que vivía Plath, así como su dolor, parecían inspirar sus mejores obras.

El ladrón de orquídeas (Adaptation, Dir. Spike Jonze, 2002)
Nicolas Cage interpreta a Charlie Kaufman, el guionista del filme, quien no se quiere a sí mismo y a quien se le encarga la adaptación de El ladrón de orquídeas, un libro de no-ficción escrito por Susan Orlean (Meryl Streep). Como la película es sobre su propia creación, Kaufman supera el bloqueo creativo insertándose como un personaje dentro de la película, como un escritor que quiere escribir. Y así, combinado con escenas del libro de Orlean, vemos secuencias que retratan las batallas creativas de Kaufman. (Nota: ésta podría ser la última vez que vimos a Nic Cage como un gran actor).

The Front (Dir. Martin Ritt, 1976)
En esta sátira política retro, el guionista televisivo Alfred (Michael Murphy), quien se encuentra en la lista negra, la pide a su amigo Howard (Woody Allen) que entregue un guión bajo su nombre… por un precio. En la industria del entretenimiento, todos estaban siendo acusados de tener inclinaciones comunistas durante la era McCarthy en la década de 1950, así que Howard pronto se vuelve famoso y es considerado el mejor escritor de la industria, pero trabaja como el “frente” de los escritores malditos. Esto sucede hasta que Zero Mostel es forzado a soltar la sopa.

The Player (Dir. Robert Altman, 1992)
Cuando el poderoso ejecutivo de un estudio, Griffin Mill (Tim Robbins), recibe postales con amenazas de un guionista al que rechazó, busca al sujeto que supone está enviando las misivas (Vincent D’Onofrio) y en un ataque de ira lo mata por accidente. Luego Mill regresa a su vida normal. O al menos lo intenta. Hay algunos giros inesperados, y parte de la diversión la ofrecen los 65 cameos que incluyen a Cher, Nick Nolte, Anjelica Huston, Burt Reynolds y, lo que resulta chistosísimo, Julia Roberts y Bruce Willis.

El precio de la verdad (Shattered Glass, Dir. Billy Ray, 2003)
Distanciándose por fin de su personaje de Star Wars por completo, Hayden Christensen ofrece una interpretación convincente como el periodista en desgracia Stephen Glass, quien en la vida real inventó 27 historias para The New Republic a mediados de la década de 1990. Se salió con la suya siendo encantador con sus colegas y editores, a quienes les dijo que bebía con sus fuentes secretas. Peter Sarsgaard brilla como el reportero poco preparado que de pronto recibe un ascenso y debe de reemplazar al popular ex empleado.

La ventana secreta (The Secret Window, Dir. David Koepp, 2004)
Johnny Depp protagoniza como Mort Rainey, un escritor recién divorciado quien decide tomarse un descanso en su cabaña, hasta que John Shooter (John Turturro) aparece: es un aspirante a escritor poco equilibrado quien lo acecha, acusando a Rainey de plagiar su trabajo. A pesar de contar con un reparto sólido y de estar basado en un cuento de Stephen King, el filme fue un fracaso tanto con la crítica como en taquilla.

Capote (Dir. Bennett Miller, 2005) e Infamous (Dir. Douglas McGarth, 2006)
Dos películas cautivantes, una tras la otra, sobre Truman Capote y la investigación que lo llevó a escribir A sangre fría, versada en los célebres asesinatos de una familia en Kansas. Philip Seymour Hoffman se llevó el Óscar por su interpretación en el primer filme, y Katherine Keener fue nominada como Mejor actriz de reparto por su papel de Harper Lee. Al año siguiente, Toby Jones ofreció una actuación igual de brillante como el escritor excéntrico, y sus coestrellas Sandra Bullock (como Harper Lee) y Daniel Craig (como el asesino Perry Smith) fueron alabadas por la crítica. Sin embargo, el filme fue ensombrecido por la fecha en que fue lanzado.

Un loco fin semana (Wonder Boys, Dir. Curtis Hanson, 2000)
Grady (Michael Douglas) no ha terminado una obra en los 7 años que siguen a la publicación de su primera novela, que fue un éxito. Se la pasa en su bata de baño, pacheco, mirando a la pantalla, claro, cuando no está dando clases en la universidad de su localidad o teniendo un amorío con una mujer casada interpretada por Frances McDormand. Cuando circunstancias inesperadas lo involucran con uno de sus estudiantes (Tobey Maguire), una persona solitaria que escribe prolíficamente, el contraste entre el entusiasmo de la juventud y el cansancio de la vida adulta se torna explícito. Fíjense en una maravillosa aparición de Robert Downey Jr.

Barton Fink (Dir. Joel e Ethan Coen, 1991)
Seducido por una oferta lucrativa de Hollywood para escribir una película sobre luchadores, Fink (John Turturro) se encuentra a sí mismo consumido desde dentro por su bloqueo creativo. No pasa mucho tiempo antes de que las cuatro paredes de su claustrofóbico cuarto de hotel parezcan impulsar su viaje hacia la locura, produciendo sonidos extraños desde su interior, con el papel tapiz cayéndose y emitiendo pintura húmeda, mientras un mosquito lo acecha intentando chupar lo que queda de sus jugos creativos. John Goodman ofrece un papelazo como el vendedor que ocupa la habitación contigua.

The Muse (Dir. Albert Brooks, 1999)
Cuando el guionista Steven Phillips (Brooks) pierde el trato que tenía con un estudio, su carrera viaja a la deriva hasta que su amigo (Jeff Bridges) le presenta a Sarah (Sharon Stone), una de las nueve hijas míticas de Zeus. Ella le promete inspirarlo para que escriba de nuevo, siempre y cuando él la consienta y le pague su estancia en un elegante hotel de Beverly Hills. Obviamente, la esposa interpretada por Andie McDowell pone en duda la pertinencia de este arreglo.
