No olvides tu toalla. La historia de La guía del viajero intergaláctico.

“Hay una teoría que dice que si alguien alguna vez descubre para qué es el universo y por qué está aquí, éste inmediatamente desaparecerá y será reemplazado por algo aún más extraño e inexplicable. Hay otra que dice que esto ya pasó”. Ésta es la esencia de Douglas Adams, un escritor que dedicó su vida a dejar su marca en la literatura inglesa. Con el mismo sentido agudo de la ironía y la irreverencia que Woody Allen y Monty Python, Adams creó un universo lleno de datos inútiles, humor muy inglés, crítica social y ciencia ficción que se transformó en la película La guía del viajero intergaláctico. 

En 1971, Adams estaba viajando por Europa de mochilazo cuando un día, acostado medio borracho en un campo de Innsbruck, Austria veía el cielo y se daba cuenta que no sabía nada. En su mochila traía una guía del viajero para Europa, y se imaginó una guía igual pero para la galaxia. Siete años después, esa idea se concretó en una serie de radio de la BBC que inmediatamente se convirtió en un éxito.

Originalmente, el nombre de la serie era “Finales de la Tierra”, y contaba diferentes formas en que sería destruida. Pero mientras escribía el primer episodio, se le ocurrió un extraterrestre borracho llamado Ford Prefect que recolecta información para la Guía del viajero para la galaxia (y mucho antes de pensar en una película) decidió renombrar la serie así. Fue entonces que Adams dio rienda suelta a su imaginación y después de un par de cervezas se puso a escribir.

La historia circula alrededor de Arthur Dent, un inglés inadaptado que se levanta una mañana para enterarse no solamente de que su amigo Ford es un extraterrestre, sino que la Tierra está a punto de ser destruida para construir una carretera interestelar. Los dos escapan pidiendo aventón a una nave espacial y comienzan su aventura a través del universo en compañía de Zaphod Beeblebrox, el egocéntrico presidente de la galaxia de dos cabezas y tres brazos; Tricia McMillan (o Trillian) una astrofísica humana que se escapó de la Tierra unos años atrás y Marvin, un deprimido y pesimista robot, todo a bordo de una nave con forma de zapato deportivo.

Después del éxito de la serie y otras cuantas cervezas, Adams escribió un libro basado en ella y rápidamente se convirtió en un bestseller. Así comenzaba una de muchas encarnaciones que tuvo La Guía. Apareció como una mini serie de televisión, un juego de computadora (ahora disponible en la página de la BBC), un disco y cuatro libros más que completan lo que Adams llamó “la trilogía de cinco”. Todos siguen las aventuras de Arthur y los demás hacia la respuesta a la vida, el universo y todo lo demás. En el camino descubren el significado del número 42, conocen el restaurante al final del universo y descubren la importancia de dejar buenas propinas.

Con más de 15 millones de copias vendidas, los libros y toda la mitología de La Guía, se ha convertido en un objeto de culto, con una cantidad de fanáticos comparable con los de Star Trek, La guerra de las galaxias o El señor de los anillos. Tan es así que después de la muerte de Adams en 2001, se creó el Día de la Toalla (arbitrariamente celebrado el 25 de mayo). En este día se rinde homenaje no solamente a Adams, sino al objeto más importante que cualquier viajero de la galaxia indispensablemente debe traer en su mochila, una toalla.

Por más de 20 años, los planes para una película de La guía del viajero intergaláctico permanecieron estancados y todo indicaba que los fans se quedarían con las ganas. Desde 1982 ya había planes de realizar la película bajo la producción de Ivan Reitman, pero éste mejor decidió hacer Los cazafantasmas. No fue sino hasta pocos meses antes de su muerte, que Adams completó una versión definitiva del guión y éste pasó a manos de Jay Roach (Los Fockers: La familia de mi esposo) quien la producirá y será dirigida (a recomendación de Spike Jonze) por el inglés Garth Jennings, del equipo productor de videos musicales Hammer & Tongs.

La película de La guía del viajero intergaláctico es una total reinvención a la historia que poco tiene que ver con los libros, la serie de radio y todo lo demás. Se trata de una reimaginación a todo lo que es la Guía del viajero para la galaxia, lo que garantiza el mismo humor irónico y ácido de siempre. Lo que nunca debemos olvidar es que en el universo de La Guía, a veces las cosas no son lo que parecen y otras veces son exactamente lo que parecen. Eso, y llevar nuestra toalla a la función.

J. Ivan Morales Escritor, director de cine y director editorial en ésta, su amigable vecina publicación de cine, Cine PREMIERE. Nunca perderá la esperanza de una segunda temporada de Studio 60 on the Sunset Strip y Firefly.