Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Perdidos

16-01-2017, 2:22:23 PM Por:
Perdidos

Su título es más que adecuado para una película de miedo que nunca logra encontrarse.

Cine PREMIERE: 1.5
Usuarios: 3
Votar ahora:

Cuatro jóvenes se sumergen en las siniestras entrañas de una construcción abandonada de la ciudad, para realizar un documental sobre los fenómenos sobrenaturales que supuestamente suceden ahí. Como resulta obvio, se encuentran con más de lo que esperaban y el asunto se sale de control, teniendo que luchar por sobrevivir ante el acoso de incontrolables fuerzas oscuras. Como único testigo del hecho, el registro de las cámaras y micrófonos que instalaron por todas partes. 

Sí, esta es una trama que hemos visto hasta el cansancio en la última década y quizá más atrás. Pero ese no es el problema. Tampoco el hecho de que de nueva cuenta recurran al manejo de la cámara en mano o al hombro, para plantear lo que supuestamente se trata del material con el registro de la terrible experiencia de los protagonistas, es decir: found footage. Mucho menos el que todos estos elementos ya fueron planteados juntos y de mucho mejor manera en otra considerable cantidad de producciones, como por ejemplo la estupenda película costarricense El sanatorio. No, el verdadero problema es que el “caer” intencionalmente en el mal uso de esta misma receta, en busca de que la propuesta en cuestión pueda ser llamativa y se convierta en un objeto de culto, es algo que también ya hemos tenido en suficientes ocasiones y con mucho mejores resultados. Amén de que Perdidos, salvo por la austeridad en cuanto efectos especiales, no posee los suficientes atributos ni siquiera para alcanzar esta última categoría, lo cual pareciera ser la pretensión de su director. Y es que el concepto casi televisivo, que por momentos se asemeja a una especie de reality show y en otros toma aires de noticiero alarmista o hasta de video youtubero –salpicado con tomas de perspectivas rebuscadas–, dando la impresión de perderse a propósito entre diálogos anodinos –a veces algo simpáticos, ciertamente–, que se convierten en discusiones acaloradas en la búsqueda de algunos momentos de tensión, que se diluyen rápidamente, nunca terminan de ser contundentes y enganchar al espectador. 

Así pues, el tercer largometraje de Diego Cohen es la desafortunada recreación de una anécdota con estructura sumamente básica y repetitiva. Sólo ofrece alguno que otro sobresalto bien acomodado y medianamente resuelto, junto con ciertos pasajes levemente inquietantes. Esto, además de una prometedora introducción que incluye el audio del que especifican se trata el único caso de exorcismo dentro de la tradición judía documentado en Mexico, pero cuyo efecto se diluye rápidamente al extender demasiado dicho segmento. En fin, poco se puede rescatar de esta película, salvo el hecho de representar el intento de darle una variante tipo serie B, al cine de terror en nuestro país, lo que la convierte al menos en una curiosidad.

autor Critico de cine y cómics. Critico en Cine con Kristoff de Telehit. Fue editor de Stageone México. Colaboró con Playboy, Chilango y la edición mexicana de Archie. Hoy escribe para La Razón y Mórbido Magazine. Conduce el programa de radio y Tv, Rocket.
Comentarios