Mike y Dave: Los busca novias
Mike and Dave Need Wedding Dates es una comedia con un potencial mucho mayor al resultado.
Pregúntale a cualquier director de comedias y te dirá que una de las cosas más difíciles de hacer es mantenerte conciente de la diferencia entre lo que es divertido en el set y lo que será chistoso en la pantalla. Y es claro que en Mike y Dave: Los buscanovias, todos en el set se la pasaron increíble.
La historia, cuyo guion fue escrito por los mismos autores de Buenos vecinos, está ligeramente basada en una historia real: dos hermanos bien intencionados, pero fiesteros incorregibles, son sentenciados por sus padres a encontrarse «chicas decentes» para llevar a la boda de su hermana menor en Hawái. En la vida real, la boda era de su prima y no había que viajar con dos completas extrañas a ningún lado. O, lo que es lo mismo, el riesgo de que algo saliera mal era mucho menor que en la ficción, y en esta ficción, vaya que salen mal las cosas.
Los papeles de los dos hermanos titulares cayeron sobre Zac Efron y Adam DeVine, ambos ya experimentados actores cómicos cuyo carisma y química logra sostener la parte de la película que les corresponde salvando (por poco) lo que es, en realidad, un guion simplón construido a partir de segmentos, gags y casi viñetas que en papel seguramente lucían mucho más cómicas de lo que resultaron al final. Las fallas, parece ser, se deben a que el novel director, Jake Szymanski, no supo traducir su experiencia dirigiendo segmentos de Saturday Night Live y la comedia de sketch a un largometraje cohesivo y narrativamente interesante. La estructura tradicional de tres actos está ahí, pero aporta tan poco, que en realidad no hace diferencia si vemos el filme de principio a fin o comenzamos por la mitad. En lugar de una trama que resulte intrigante o entrañable, el realizador se apoyó en el talento de sus dos protagonistas masculinos y, sobre todo, en el jugueteo sucio, irreverente y casting «contra tipo» de sus dos estelares femeninas: Aubrey Plaza y Anna Kendrick, quien tomó un papel que la colocó al otro lado del espectro de la chica linda, perfeccionista y cuidadosa que le hemos visto desde Amor sin escalas, hasta Notas perfectas.
Ambas chicas son –lo cual sabe quien sea que las siga en redes sociales– mejores amigas en la vida real y es quizá por esta química que ya venía incluída, que la película funciona suficientemente bien a pesar de las deficiencias en su guion. Incluso aquel recurso ya por demás cansado y trillado de creer que hacer una referencia a la cultura pop ya es, de facto, chistoso logra funcionar, nada más, por el carisma de los cuatro actores principales y un reparto secundario que incluye a Sugar Lyn Beard, Sam Richardson y al comediante Kumail Nanjiani. (Ojo a una secuencia donde se recuerda a Jurassic Park que agradecerá cualquiera crecido en los 90).
Al final, Mike y Dave: Los buscanovias es una película que funciona como distracción ligera y nunca cae mal realmente, pero que tampoco logra convencer del todo. Habrá que darle oportunidad a Szymanski para que madure su cinematografía y de verdad aprenda a conocer la diferencia entre lo que es chistoso en el set (durante los créditos, en las ya típicas secuencias de bloopers, se escucha claramente a todo el crew muerto de risa) y lo que debería importar más: que sea chistoso para el público.