El engaño del siglo

En los últimos años, dentro del mundo del deporte, no hay historia más fascinante, turbia y escandalosa como la de Lance Armstrong: ciclista regular que al vencer el cáncer logró llevarse siete veces el Tour de France de manera consecutiva (de 1999 a 2005), pero que fue descubierto en una red de dopaje deportivo que lo llevó al fracaso. 

Era natural que su vida sería llevada al cine tarde o temprano, aunque para El engaño del siglo (titulada en inglés sencillamente como The Program) hay que señalar una cosa: No es su vida como tal, es sólo un punto de vista alrededor del escándalo desde el inicio del Tour de France. La película está basada en Seven Deadly Sins: My Pursuit of Lance Armstrong, del periodista del Sunday Times David Walsh, mismo que es interpretado por Chris O’Dowd. 

Lo cierto es que El engaño del siglo está construida bajo el ritmo de las trampas que hacía Armstrong, esto quiere decir que desde un inicio nos presentan al villano de la historia: Michele Ferrari, médico que aconsejó al ciclista de doparse, por lo que es complicado no pensar en la tendencia que existe en la película de Stephen Frears (Philomena).

Y, aunque la historia es por demás cinematográfica, el libro de Walsh como columna vertebral de la trama resulta tendencioso, pues tenemos así al Lance Armstrong ávido de poder, cegado por el triunfo y con el deseo de ser el mejor, sin nunca ahondar más allá en la personalidad del deportista. A pesar de ello, la actuación de Ben Foster cumple a la perfección en presentar ese lado, especialmente al saber que el actor probó drogas que mejoraban el rendimiento deportivo durante la filmación de la cinta.

Resulta interesante observar la manera en que Armstrong y su equipo fueron construyendo su engaño, la cinta va orillando al personaje, esquinándolo hasta no tener una salida más que declarar su crimen, situación que se resuelve rápida y abruptamente, una lástima, pues el suspenso se mantuvo un gran parte de la cinta, a pesar de conocer la historia.

El engaño del siglo aprovecha y crea el suspenso alrededor de la más grande mentira que haya dado el ciclismo en el mundo, a través de sólidas actuaciones por parte de Ben Foster y Chris O’Dowd, sin embargo ese suspenso no es suficiente ante un guion tendencioso con una historia que ya conocemos, habría sido mucho más interesante indagar en la psicología de Lance Armstrong más que en sólo presentarlo como alguien que quiere ganar.

Sergio López Aguirre Stanley Kubrick alguna vez dijo "Para tener una visión más amplia, no sólo vean cine bueno, también el malo" obvio le hice caso en lo segundo y es muy divertido.