Amor y compasión

¿Cuáles son los
primeros nombres que vienen a la mente cuando se habla de los genios y más
grandiosos talentos musicales de los últimos 100 años? ¿John Lennon? ¿Freddie
Mercury? ¿Elvis Presley? ¿Frank Sinatra? ¿Qué tal Brian Wilson? De entrada, para
todos aquellos que pensaron en este último, esta película es imperdible.
Y para todos los que no, esta cinta es una invitación emotiva, brillante y
fáctica para conocer algunos aspectos de la vida de una leyenda de la música y fundador de The Beach Boys… Sus locuras, sus amores y sus desgracias -sí, principalmente los aspectos oscuros de su vida-, pero sobre todo, para tenerlo como referente de “genio”.

Amor y compasión es un retrato de la vida de Brian Wilson, contado a partir de dos épocas y
rupturas en su vida: en los años 60, durante la creación de una obra maestra del rock’n’rol,
Pet Sounds, sus conversaciones con los otros integrantes de The Beach Boys, sus sesiones en el estudio de grabación, sus confrontaciones con su
padre, cómo se van formando sus demonios; y en los 80, un hombre roto,
confundido, atormentado, bajo la dependencia de un terapeuta controlador. Todo
esto –y ésta es una de las características más disfrutables de la película– contado de forma no lineal. La cinta salta constantemente en el tiempo para
presentar dos facetas de la vida del compositor intercalando dudas y
respuestas, una tras otra.

Paul Dano interpreta de forma estupenda al Brian Wilson joven. Para lograrlo subió más de 15 kilos, pero es en las escenas improvisadas en el estudio donde se disfruta más su caracterización –estuvo nominado al Globo de Oro a Mejor actor de reparto, pero fue injustamente ignorado en los Oscares 2016–. John Cusack lo personifica más de 10 años después. Ambas actuaciones llevan y cargan de maner exitosa la película, pero es Paul Dano quien lo hace tangible y transmite el talento de Wilson a la par que altera a la audiencia con sus trastornos.

El título en
inglés de la película, Love & Mercy, más allá de hacer referencia a dos
valores presentes, es el nombre de una canción del disco homónimo
de 1988 como solista de Wilson, que afortunadamente en su traducción al
español conservó la esencia de su mensaje, Amor y compasión.

Las canciones de The Beach Boys no se escuchan completas en la película, pero la manera en que se presentan en sus diferentes formatos añaden un gran plus a la dinámica y se agradecen: A veces es Paul Dano cantando, a veces está
haciendo play back. En ocasiones se escuchan fragmentos de las canciones originales y también sólo las bellísimas partes instrumentales en un estudio de
grabación en donde los músicos van sumando sus instrumentos. En otros momentos se escucha el score de Atticus Ross (ganador de un Oscar a Mejor score por Red
social), fanático del grupo, cuya composición combina perfectamente en armonía
con todo lo demás, compuesto en gran parte a partir de las pistas originales del grupo.

Si bien la cinta –dirigida por Bill Pohlad, mejor conocido por ser el productor de cintas como 12 años esclavo, El árbol de la vida y Secreto en la montaña– no funciona para profundizar en todos los aspectos de la vida de Brian Wilson, abarca muchos temas de su vida, sólo highlights, pero ninguno lo desmenuza, la película entretiene e inspira por sus actuaciones, por los saltos en el tiempo y por tratar como tema la vida de un genio de la música que no siempre se nos viene a la mente.

Diana Su Periodista, conductora y creadora de contenidos. Trabajó más de tres años en Cine Premiere y actualmente es periodista independiente y cubre temas relacionados con cine y series para sus canales personales. También es colaboradora en Spoiler Time, Cinépolis, CinemaNET y Ruido Blanco FM. Si fuera una caricatura sería Mabel de Gravity Falls.