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Cine

Mustang: Belleza salvaje

03-02-2016, 10:58:52 AM Por:
Mustang: Belleza salvaje

Una excelente cinta que nos demuestra que el siglo XXI no es en el que vivimos todos.

Cine PREMIERE: 4.5
Usuarios: 3.5
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Son varios los elementos que aportan singularidad a este excelente filme: para empezar, se anuncia como una producción francesa –de hecho competirá por el país galo en la terna de la Mejor película extranjera del Oscar– cuando en realidad también está provista de fondos alemanes y turcos; es una ópera prima y la dirige una mujer –Deniz Gamze Ergüven– que, aunque creció en París, es turca de origen; el desarrollo de la cinta tiene lugar en Turquía y todas las actrices y actores que vemos en ella son oriundos del país euroasiático; aunque posee el título de un western, no tiene que ver nada con llanuras, ceros y caballos. Todas estas peculiaridades, sin embargo, se olvidan una vez que Mustang se abre ante nuestros ojos.

A partir del minuto tres de la cinta, no tendremos otra opción que adentrarnos en el universo de estas cinco encantadoras criaturas que cometieron el error de haber nacido mujeres en un lugar en el que tal condición genérica equivale a una condena. Criadas por su abuela y un tío miserable, estas niñas presenciarán impávidas la manera en la que, una vez llegadas a la edad del despertar sexual, su porvenir es secuestrado por costumbres que se oponen a su naturaleza juguetona y amante de la libertad. Empezarán por sacarlas del colegio y prohibirles la salida de casa. Tristes y aburridas, las hermanas matan el ocio con clases de cocina que no tienen otra intención que aumentar sus virtudes como esposas porque, claro está, el siguiente paso será el casarlas a través de matrimonios arreglados. Tales escenarios de encarcelamiento doméstico, sustentado por los victimarios como la única manera de proteger a los suyos de la perversión que domina al mundo exterior, ya han sido retratados por el cine. Los vimos en El castillo de la pureza, de Arturo Ripstein y, especialmente, en Las vírgenes suicidas, cinta con la que Mustang guarda una especial simetría, puesto que también describe las desventuras de cinco hermanas adolescentes. Sin embargo, la cinta de Gamze se aleja por completo de la estética preciosista y un tanto alegórica de Sofia Coppola. Gracias al uso constante de la cámara en mano y a las contadas secuencias filmadas en exteriores, en ocasiones uno tiene la sensación de que lo que mira es un documental. Razones no faltan, sobre todo si tomamos en cuenta que, de acuerdo a las palabras de la propia Gamze, se trata de una historia con tintes autobiográficos y en la que sólo una de las cinco protagonistas que aparecen en pantalla había actuado previamente.

La suma de tales elementos hacen de Mustang una película honesta y a la vez terrible, pues exhibe sin tapujos una realidad que pervive no únicamente en Turquía o en países donde se profesa el islamismo: casos similares acontecen todos los días –aunque quizá con métodos menos drásticos– en hogares dispuestos a lo largo y ancho del planeta en los que imperan el fundamentalismo religioso y la cerrazón. Esta película nos lo deja muy claro: el siglo XXI no es en el que vivimos todos.

autor Carlos Jesús (aka Chuy) es escritor y periodista freelance. Desde 2006 radica en Berlín, desde donde colabora para distintos medios. Sus pasiones son su familia, la cerveza, escribir relatos y el cine de los setenta.
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