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Cine

La dictadura perfecta

16-10-2014, 10:42:42 AM Por:
La dictadura perfecta

Del director Luis Estrada, La dictadura perfecta es una sátira política que confronta temas serios, de manera cómica, entretenida e inteligente.

Cine PREMIERE: 4
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Como realizador, Luis Estrada es afecto a la sátira política para llevarla al extremo. Para muestra están Un mundo maravilloso, La ley de Herodes y El infierno. Ahora estira el chiste con la contendiente al Goya, La dictadura perfecta, película que además cierra su tetralogía crítica al sistema político mexicano. 

La película es una afrenta al poder, expone la corruptela que inicia en el Gobierno Federal –sin importar su color– y baja a los estados… No obstante, la centra en el papel manipulador de la televisión –en clara alusión a la del logo naranja y fondo azul– para imponer al presidente o doblegar la opinión pública a su antojo mediante “estrategias publicitarias”, camufladas de noticias y reportajes.

Asimismo, enlaza la conexión entre sus historias, pues Estrada explicó que “hay una anécdota no confirmada” donde el protagonista de La dictadura perfecta, Carmelo Vargas (Damián Alcázar), es el hijo ilegítimo de Juan Vargas (sí, también Damián Alcázar), aquel vergonzoso politicucho que buscaba una gubernatura en La ley de Herodes.

Otra vez con su actor fetiche en el reparto, Estrada y Jaime Sampietro escriben una historia alterna del país pero basada en eventos de gran impacto mediático. Casos como los videoescándalos de René Bejarano y Carlos Ahumada, el de la niña Paulette, Florence Cassez o Mario Marín a.k.a. “El Gober Precioso” inspiran las andanzas de Carmelo Vargas. Este chivo expiatorio y sus supuestas conexiones con el narco son “la noticia” que sirve como cortina de humo para desviar la atención de la “metida de pata” que el presidente (un estupendo Sergio Mayer) tiene con el embajador estadounidense. “Operación caja china”, le llaman. 

Para ello, Vargas se auxilia en la televisora que en un principio le puso la soga al cuello a su carrera política. Con un dinerito de por medio, este “gober” contrata sus servicios para que cambien su imagen y quién sabe, tal vez lo lleven “a la grande”. 

Que la atención se centre en guiños contundentes a actores políticos y otros conflictos sociales hacen que éste sea el menos violento de sus proyectos. La constante sátira y ridiculización del acontecer de los pasados años, sustentado en diálogos ingeniosos, consigue que el filme sea a la vez entretenido pero confronte, pues de fondo aborda temas serios que no son de risa. Sin embargo, eso no lo exime de reiteraciones que afectan el ritmo y la vuelven pesada. De hecho, en más de una ocasión parece que está por culminar pero continúa –lo digo especialmente por ti, epílogo. 

La crítica, si bien es ácida y aborda temas graves, profundiza menos en los personajes, comparado con otros trabajos de Estrada. Ocasionalmente amplifica el cinismo a exageraciones tales que pierde toda sutileza y puede generar el efecto contrario al deseado. Ser tan evidente resta elegancia. De cualquier modo, el elenco compuesto por Joaquín Cosío, Alfonso Herrera, Osvaldo Benavides, Tony Dalton, Saúl Lisazo y Silvia Navarro hace un trabajo loable, sus papeles son creíbles y en ningún momento lucen sobreactuados pese a la naturaleza de la trama. 

Provocadora para muchos; un gancho al hígado para otros más… 

autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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