Hijo de Dios
El problema principal de Son of God, con el portugués Diogo Morgado como Jesús, es su falta de pericia para narrar una historia como ésta.
Originalmente una miniserie transmitida por History Channel y nominada a 2 premios Emmy, The Bible se convirtió en la película Hijo de Dios (Son of God). Sus productores, el matrimonio compuesto por Roma Downey y Mark Burnett, optaron por convertir los 10 capítulos (de 40 minutos cada uno) en un largometraje de 138 minutos.
Para ello volvieron a colocar al portugués Diogo Morgado en el rol de Jesús, el Rey de los Judíos condenado a muerte para salvar a la humanidad. Si bien esta apuesta dirigida por Christopher Spencer probablemente es la más fiel que se ha hecho hasta el momento sobre los pasajes bíblicos, su afán por narrarlos tan íntegramente es uno de sus mayores contratiempos.
La película parte desde La Creación hasta después de la muerte del Rey de Reyes –momentos que valdría la pena haber explorado más. Pero la inclusión de tantos hechos únicamente aletarga la narración. ¿Mencionar a Herodes y la matanza de los inocentes? Obviamente. ¿A Juan el Bautista en el río Jordán? También. ¿A Jesús y su primer encuentro con Pedro o la resurrección de Lázaro? Sin lugar a dudas.
Es entonces que Hijo de Dios se convierte en una puntual recapitulación de milagros sin buenos cimientos en la historia. Su falta de síntesis termina por volver acartonados a los personajes y le resta impacto a las hazañas de Jesús y a las relaciones entre Él y María o sus apóstoles. Incluso las melodramáticas actuaciones del elenco o sus reacciones poco genuinas poco abonan en este renglón.
Pero el problema no es en realidad la larga duración –hay clásicos del género bastante extensos como Los 10 Mandamientos (The 10 Commandments) o Ben-Hur–, sino la falta de pericia para narrar una historia tan trascendente para más de la mitad del mundo.
Probablemente habría sido más acertado si Spencer se hubiera centrado en un episodio concreto de la vida de Jesús, como hizo Mel Gibson en La Pasión de Cristo (The Passion of the Christ), si se hubiera aplicado más la elipsis cinematográfica. Así habría desarrollado con calma a sus personajes y el conflicto del histórico protagonista. Pese a todos estos “peros”, seguramente los fieles quedarán satisfechos.