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Cine

Narco Cultura

19-03-2014, 4:38:45 PM Por:
Narco Cultura

El documental del israelita Shaul Schwarz está impecablemente fotografiada y sonorizado con narcocorridos.

Cine PREMIERE: 4
Usuarios: 2.5
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«Dicen que allá (en Estados Unidos) viven todos seguros, que allá no matan gente. Los narcos están aquí. Sería mi sueño que ya no hubiera matanzas aquí (Juárez)». Este es el primer diálogo del documental Narco Cultura. Proviene de un niño de no más de 10 años, quien mira hacia el otro lado de la frontera. Cruzando el Río Bravo está la ciudad más segura del mundo: El Paso, Texas; en México yace la “capital de la muerte”.

Este documental de contrastes no tiene concesiones con el espectador, es difícil de ver por sus altas dosis de violencia y probablemente ése es su mayor inconveniente. Sin embargo, si uno tiene las agallas descubre una narrativa al estilo del cinema verité, en buena medida por la escuela en que se formó su director, el israelita Shaul Schwarz. En su debut como cineasta aplica las herramientas aprendidas como fotoperiodista en conflictos bélicos como el de Líbano e Israel. 

Tras cubrir la guerra contra el narco en Juárez y darse cuenta que sus fotografías no evidenciaban la realidad del conflicto, optó por hacer un largo. Su interés por estar literalmente al pie del cañón, en medio del campo de batalla y hacernos sentir como espectador en primera fila, le llevó a crear un documental más pavoroso.  

No se apoya en expertos o extractos de noticieros que examinan las raíces del narcotráfico y su infiltración en la cultura “pop”. Los protagonistas son gente de a pie que sufren o lucran a causa del narco. Por un lado está Richie Soto, un perito que a diario arriesga su vida al llegar a la escena del crimen y recoger cadáveres. Por el otro, Edgar Quintero, vocalista de Bukanas de Culiacán, banda del movimiento alterado. También compositor, sus letras hablan de asesinatos, decapitados, bazucas, venganzas… Las cruentas imágenes con que Richie lidia todos los días. 

Para la confección de la película, el cineasta –que también funge como cinefotógrafo– entrevista a inocentes que viven en Juárez y limpian los ríos de sangre que dejan los ajustes de cuentas. Presenta los desgarradores gritos de madres que lloran a sus hijos muertos o testimonios de las y los jóvenes que sueñan con convertirse en sicarios o sus novias. Repito, no es fácil de observar. 

Las crudas imágenes, de esas que saturan las portadas de los diarios de nota roja, en el trabajo de Schwarz cobran un trasfondo más personal y crítico. Los parabrisas baleados, asientos ensangrentados, personajes torturados, mutilados, calcinados… confirman las estadísticas. Éstas se suman a la frialdad de incontables testimonios que hielan la sangre.

Impecablemente fotografiada y sonorizado con narcocorridos, himnos de muerte cantados con una sonrisa en el rostro, Narco Cultura muestra las 2 caras de la moneda: La tragedia que se vive en México y la superficialidad con que la guerra es vista en el país vecino. Schwarz lanza un grito desesperado al levantar las cloacas más profundas y su narración es tan certera que horroriza.

autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
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