La leyenda de Hércules

En la antigua Grecia y cansada de la violencia con que su esposo rige a su pueblo, la reina Alcmene (Roxanne McKee) pide a los dioses del Olimpo ayuda para salvarlo. Ésta llega a través de un mensaje de Hera, esposa de Zeus, cuando le advierte a la mortal que se convertirá en la madre de un semidiós, hijo del mismo dios del trueno, para dar vida a La leyenda de Hércules (The Legend of Hercules).

Interpretado por el exvampiro de La Saga Crepúsculo (The Twilight Saga), Kellan Lutz, el “legendario” protagonista debe cumplir una misión que desconoce la mayor parte de su vida: sembrar paz en el reino. Un reino que su autoritario padrastro, el rey Amphitryon (Scott Adkins) ha hecho añicos durante años.

Pero a este trayecto que el héroe debe recorrer se suma la rivalidad que sostiene con su hermano Iphicles (Liam Garrigan), principalmente por 2 motivos: el cariño de su madre y el amor de Hebe (Gaia Weiss), princesa de Creta. La rivalidad, por cierto, recuerda a otros 2 hermanos pertenecientes a la mitología nórdica: Loki y Thor.

Sin embargo, no es sólo del mundo Marvel de donde el director Renny Harlin parece haber cobrado inspiración para crear la historia. Son claras las influencias de películas como 300 —en la estética contrastante y uso del slow motion—, Ben-Hur, Gladiador o hasta los desérticos paisajes del El Príncipe de Persia Las arenas del tiempo.

Estas semejanzas se dan tanto en la imagen, en el vestuario y hasta en el diseño de personajes. Iphicles en más de una ocasión recuerda a Commodus, el antagonista de Gladiador que fue encarnado por Joaquin Phoenix. Claro que en La leyenda de Hércules la fotografía es bastante irregular a diferencia de aquella. Aquí hay secuencias a campo abierto en donde la composición es impecable y realista, pero en otras abusa de un falso CGI.

No obstante, es la limitada premisa que parte de un guión predecible con acartonados personajes, lo que afecta principalmente a la película, en donde incluso la princesa Hebe parece una nueva versión de Helena de Troya.

¿En qué resulta todo lo anterior? En que ni el bien llevado ritmo logra imprimirle ese aire épico y de aventura por el que Harlin apuesta; más bien oscila entre el melodrama y la exageración. Además, a Lutz le falta fuerza como protagonista y el resto del elenco tampoco hace mucho por apoyarlo. En pocas palabras, el mayor problema de esta leyenda es su falta de identidad.

Habrá que ver lo que ofrece la próxima Hércules protagonizada por Dwayne Johnson y con Brett Ratner en la dirección. La vara, de entrada, quedó baja.

Mabel Salinas No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!