Dinosaurios

El espíritu travieso de Ernie, aficionado a los fósiles y a romper las reglas, alcanza otra dimensión cuando, por un peculiar accidente que involucra un refresco, sus andanzas se trasladan al periodo Cretáceo. En compañía de su mejor amigo nerd y su irritante hermana (que en el fondo sólo desea estar con él), este amante de la aventura consigue poner unos millones de años de distancia entre los castigos de su mamá y él, sólo para terminar en las garras de otra figura maternal ligeramente más salvaje: una tiranosaurio Rex.

Tal como sucedería en un libro de texto o un cuento didáctico para niños pequeños, Dinosaurios (Dino Time) hace uso de todos los clichés y lugares comunes necesarios para transmitir una lección: una máquina del tiempo, un niño con problemas de comportamiento, una hermana molesta, amables dinosaurios y personajes unidimensionales. Más que un producto que desea innovar o hacer una propuesta dentro del campo de la animación, se trata de una historia que se concentra principalmente en dar un mensaje y una moraleja familiar, con figuras y situaciones estereotipadas, seguras y bajo control.

Dirigida por Yoon-suk Choi y John Kafka, esta animación americana-surcoreana (co-financiada por uno de los estudios más importantes de Corea del Sur: CJ Entertainment) cuenta con voces en inglés que destacan– y sorprenden– en los créditos: Rob Schneider, Melanie Griffith y Jane Lynch (que en México no escucharemos por el doblaje, pero que podrían ser motivo de recomendación de la cinta). Sin embargo, a medida que la historia avanza, con una animación, situaciones y personajes ya bastante vistos en el universo de la caricatura, ésta pierde la atención y el respeto de los adultos.

¿El problema? Resulta aburrida y sosa para mayores de 10 años, pero es muy poco probable que los menores tengan permiso de ir al cine solos (en Estados Unidos la cinta fue calificada incluso como PG, es decir, como poco adecuada para niños muy pequeños).

En suma, Dinosaurios distraerá un rato a los pequeñitos y cumplirá con darles un mensaje ligero, poco profundo, pero familiar y siempre relevante. La pregunta es: ¿quién se animará a llevar a sus hijos, sobrinitos, hermanitos cuando ya hay miles de productos que cumplen esa función y que se pueden ver desde casa en la televisión?

Jessica Oliva Periodista, editora en Cine PREMIERE y bailarina frustrada en sus ratos libres. Gustosa del cine, la literatura, el tango, los datos inútiles y de la oportunidad de desvelarse haciendo lo que sea.