Posesión infernal
Un reboot muy diferente al espíritu de la franquicia original, es producido por Sam Raimi y Bruce Campbell.
Se ha dejado muy claro que esta versión de la, ya clásica, saga de terror no se trata de un remake sino de una revitalización de la franquicia. Pero aun así, las expectativas ante la misma se han hecho más que presentes y hasta han aumentado, en parte, gracias a la bendición y participación de Sam Raimi y Bruce Campbell en el equipo de producción.
La historia se centra en Mia (Jane Levy), una joven luchando con una adicción a las drogas que cita a sus mejores amigos y a su hermano, David (Shilo Fernández), en una cabaña en el bosque para que le ayuden a salir de la misma. Todo se complica, cuando encuentran un libro misterioso que abre la puerta a fuerzas malévolas que amenazarán a los habitantes de la cabaña.
Pero si esperan ver una historia con el mismo feeling y ambiente que las anteriores, han llegado al lugar equivocado. Ahora se trata de una película mucho más seria y formal que deja atrás ese humor sutil que hizo de las originales, clásicos del cine serie B. Y ese es su punto divisorio, pues mientras a algunos les llame la atención el que se tome una nueva dirección con la saga, a otros les parecerá una cinta más dentro de un género que ha crecido mucho desde sus inicios, pero que no tiene nada de lo que la hizo especial en un principio.
Uno de los puntos menos positivos son los efectos visuales, ya que algunos son muy ambiciosos y no llegan a tener la calidad necesaria para que no brinquen en pantalla. Eso, aunado a las actuaciones bastante tibias por parte de un cast que, en la mayoría, son novatos de la pantalla grande.
Habiendo dicho eso, es interesante ver algunas de las imágenes, situaciones y momentos que hicieron a la original especial, llevadas al extremo. Como si fuera un homenaje modernizado de esas películas que marcaron un cambio en el género del terror. Además, el factor gore está muy bien realizado y logrará satisfacer a los fans y asquear a los débiles de estómago.
Al final, esta nueva versión de Posesión infernal será satisfactoria para muchos fans del terror y género gore, pero decepcionará a muchos otros que buscaban aquella magia involuntaria de las originales.