«Los animadores estamos listos desde hace mucho tiempo»: Rodrigo Blaas y la animación española en Star Wars

El animador español Rodrigo Blaas, ganador del Emmy y reconocido por su trabajo en películas de Pixar como Wall-E (2007) , Los Increíbles (2004) y Ratatouille (2007), cumplió hace poco uno de sus máximos sueños: crear su propio personaje de Star Wars, pero al estilo español.

El Guiri, la compañía de animación que cofundó en 2017, fue una de las elegidas para realizar uno de los cortometrajes animados de la segunda temporada de Star Wars Visions, mismo que ya se encuentra disponible en Disney Plus. Para esta segunda tanda de episodios, Lucasfilm acudió a estudios de animación de distintos países, como Cartoon Saloon, de Irlanda, Punkrobot, de Chile y Aardman, del Reino Unido. El Guiri Studios fue una de las compañías seleccionadas.

Crear una historia nueva sobre la mitología de una de las sagas más importantes del mundo y sobre todo darle vida a un personaje y que éste se vuelva entrañable es un verdadero desafío, pero Rodrigo aceptó el reto. Durante 14 minutos cuenta la historia de Lola, una exaprendiz de Sith que lleva una vida pacífica y aislada, pero quien un día debe enfrentarse a su pasado cuando su antiguo maestro la encuentra. 

Blaas lleva más de 20 años en el mundo de la animación y sabe, como bien dijo Guillermo del Toro cuando obtuvo el premio Óscar a Mejor Película Animada por Pinocchio (2022), que la animación está lista para evolucionar y no sólo ser vista como un género. 

Cabe recordar que Del Toro y Blaas ya han trabajado juntos. Un día se encontraron en los pasillos de Pixar, congeniaron de inmediato y Guillermo literalmente le dijo: “vente cabrón”. Durante casi cuatro años desarrollaron el proyecto de Trollhunters junto a la productora Dreamworks.

Tras el estreno de Star Wars Visions, el cortometraje Sith viajó hasta el festival de Cannes 2023, como parte del programa Revelations, un ciclo dedicado a la animación proveniente de España, que fue el país invitado de honor del Marché du Film.

Durante esos días platicamos con Rodrigo Blaas sobre el panorama de la animación y sobre su cortometraje, que refuerza el mensaje de la existencia del bien y el mal, y de la libertad personal para elegir entre uno y otro.

En una cultura en donde los personajes de Star Wars son casi sagrados, ¿cómo fue innovar en la creación de un personaje auténtico para este cortometraje?

Realmente fue el reto y lo más interesante del proyecto. En la primera conversación que tuve con Lucasfilm me decían que buscaban ideas originales. Para mí, fue un viaje en el tiempo, fue como el final de Ratatouille, cuando el crítico se come el ratatouille y vuelve a la infancia, ese fue mi primer sentir. 

Yo vi las películas originales en el cine, en los 80. Lo que más me ha gustado de Star Wars es que te permite explorar diferentes universos dentro de ese universo que han creado.

Siempre me pareció el desafío más grande, pero al mismo tiempo también estaba el reto de hacer algo nuevo, de ser valientes, y realmente crear un personaje y un mundo, muy conectado visualmente a muchas inspiraciones mías. No tenías límite, el límite te lo pones tú.

¿Cómo creaste a Lola, la protagonista del cortometraje?

Lola es interesante, viene de varias cosas, viene sobre todo de la inspiración de una mirada que es de mi hija, que tenía entre 9 y 10 años. [Nació de ] momentos y anécdotas durante la pandemia: por ejemplo, que vas a salir y tú como padre tienes ciertas ideas de decirle: bueno, vas a salir con estos zapatos, vestir así, tienes ciertas preconcepciones. Una vez mi hija iba a salir vestida de cierta forma y le dije: “no puedes salir con esos zapatos”. Me miró, una mirada que no había visto nunca en ella, una mirada llena de reto, de inteligencia, de sabiduría, era una niña de 10 años. 

Me di cuenta de que es un momento por  el que pasamos seguramente todos, donde decidimos y nos ponemos en la posición de lo que queremos hacer. Y para mí eso era Lola. Pensé: ¿cómo puedes salir de un mundo donde has crecido con el mal y esos pensamientos oscuros, o el Sith –dentro de la mitología de Star Wars eso es lo que representa–, salir y querer buscar tu propio camino, elegir tu propio destino, al menos querer escribirlo o querer pintarlo, y realmente salir de ese cascarón  y decidir por ti mismo.

¿Qué estilos de animación utilizaste en Sith, y cuáles fueron tus referencias visuales?

Era importante para mí que el espectador que conoce Star Wars se sintiera familiarizado, que dijera: esto puede ser parte del universo de Star Wars y al mismo tiempo ser muy específico, muy diferente a lo que ves normalmente. Y de ahí que no quería que fuera todo muy exagerado. Quería que fuera muy sutil, dejar que el espectador llenara los espacios vacíos, como si fuera un lienzo en blanco, justo lo que me dieron a mí para crear este corto. 

Star Wars tiene mucho de iconográfico y viene mucho del western, de las películas de samuráis, George Lucas lo dice. Entonces quería volver a esa parte, tiene mucho de Sergio Leone. Tiene detalles del acero español en las espadas, nos fijamos mucho en las espadas de Toledo, y en los detalles que tenían. [Para] mucho del color –yo diría que el color tiene mucho que ver en este corto– y investigamos a Pablo Picasso, Joan Miró y a esos colores tan vibrantes, tan primarios. Utilizamos eso para mezclar de una forma muy contrastada con el mundo de Star Wars que queremos crear.

¿Cuál es tu visión sobre la animación en el mundo en estos momentos, cómo es percibida desde de la industria cinematográfica y recibida por los espectadores?

Yo creo que los animadores llevamos listos mucho tiempo, la industria japonesa de animación también lleva haciéndolo bien hace tiempo. La audiencia creo que ya se siente mucho más cómoda, con el hecho de aceptar todo tipo de historias, porque es una audiencia que ha crecido en los últimos 20 o 30 años con animación. Antes se creía que la animación era cosa de niños, no se le trataba como medio, a través del cual se pudieran contar más historias en más géneros. Pero ahora vemos historias, las de Pixar por ejemplo, en donde se cuentan historias mucho más complejas, inteligentes. Y los animadores ya llevan mucho tiempo listos, sólo que el mercado y las formas de distribución no estaban ahí.

¿Qué piensas de la decisión de LucasFilm de abrir las puertas a estudios alrededor del mundo en esta saga y no centralizarlo todo?

Se me hace muy valiente, se lo decía yo a Lucasfilm cuando me presentaron el proyecto. Realmente me parece un paso importantísimo. Esta temporada es algo mágico, ver cómo la mitología Star Wars deja de ser parte de una propiedad y se convierte en una historia, una mitología en donde puedes reinventar.

¿Qué significa Star Wars para ti?

Es interesante esta pregunta. Me parece un vehículo muy interesante para contar historias muy personales. Hay una lucha de un bien contra un mal, puedes generar una lucha, además, visualmente muy clara, de colores de un sable láser. Hay esa idea de qué puede pasar en un futuro, esa ficción de vivir en diferentes planetas. 

Para mí,  Star Wars aporta ese granito de arena en nuestra iconografía popular. Ha dejado una huella profunda en mi vida, desde mi infancia, hasta la edad adulta. Ha moldeado mi pasión por el cine y aprecio las narrativas poderosas. 

Sin duda, Star Wars es un recordatorio de los valores universales que trascienden las galaxias y nos muestra que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una luz que puede guiar el camino. Que la fuerza los acompañe. 

Lizeth Basaldúa Periodista, escritora y guionista por el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ve películas y lee libros a lo bestia. Podría ver cien veces Amélie y Eterno Resplandor de una Mente sin Recuerdos. Sueña con escribir como Charlie Kaufman