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Qué es whitewashing y películas famosas con los peores ejemplos

19-11-2024, 7:00:00 PM Por:
Qué es whitewashing y películas famosas con los peores ejemplos

Las decisiones de reclutar a estos actores en roles que no corresponden a su raza no agradaron a muchos.

Hollywood siempre ha manifestado su intención por ofrecer una industria equitativa y capaz de llegar a todas las audiencias. Sin embargo, muchos creen que los esfuerzos no son suficientes y que el cine está claramente bajo el dominio de la mayoría blanca que no ofrece las mismas oportunidades a otras razas. El problema es que estas decisiones no se limitan a los roles protagónicos, sino que se extienden hasta todos aquellos personajes que requieren actores de otras etnias, en un problema conocido como películas que hacen el whitewashing.

¿Qué es el whitewashing?

En su definición más estricta, el whitewashing en el cine y la televisión se refiere a utilizar únicamente actores, modelos o intérpretes blancos para interpretar a un personaje no blanco. Una práctica que habla de la predilección de directores y productores hacia individuos caucásicos por encima de personas de color con las mismas capacidades. No solo atenta en contra de la representación en pantalla, sino que incluso niega a actores de color el acceder a las oportunidades que vienen con estos roles.

Día a día la industria en Hollywood va comprendiendo y aceptando estos errores en donde va tratando de enmendarlos. Incluso antes que todo esto fuera más evidente de lo que es hoy por hoy, películas como Tropic Thunder se burlaban del hecho que los actores blancos buscaban el Óscar a tratar de interpretar otras etnias que no fueran la suya, como es el caso del personaje que realizó Robert Downey Jr. y que incluso fuera nominado al Óscar como Mejor actor de reparto en 2008.

¿Qué tan grave es este problema? Sólo diremos que tiene varias décadas de existencia y que lejos de solucionarse, parece agravarse en los últimos años. Como prueba, una lista con los whitewashings más descarados de la historia.

Mickey Rooney como I.Y. Yunioshi (Desayuno con diamantes, 1961)

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Puede que Desayuno con diamantes se ubique entre los grandes clásicos del cine, pero ni siquiera esto evita la molestia de los aficionados a la dramática obra original de Truman Capote, quienes aún critican las alteraciones en beneficio a la comedia romántica. Una de las más controvertidas fue la inclusión de Mickey Rooney como I.Y. Yunioshi, un atolondrado casero asiático que continuamente engaña la Holly Golightly de Audrey Hepburn. El personaje recibió críticas por su blanqueado, pero también por su ofensiva caricaturización del mundo asiático.

Las reacciones
Desayuno con diamantes se estrenó en 1961, una época en que las parodias raciales eran comunes e incluso recibidas con buenos ojos entre las audiencias. Sin embargo, todos coincidieron en que Yunioshi era excesivamente ofensivo, al grado de que las críticas se mantienen hasta la actualidad. Como ejemplo tenemos la descripción de Reel Reviews, que cataloga al personaje como “una doble ofensa a la comunidad asiática: no sólo es fatuo y malagradecido, sino que es interpretado por un caucásico excesivamente maquillado”. Irónicamente, Mickey Rooney asegura que el personaje tuvo una estupenda aceptación del público asiático y que muchos se le acercan para reconocer su labor. ¿Qué tanto influyó el blanqueo en esta controversia? Nos quedamos con la opinión de Los Angeles Daily News: “[Yunioshi] habría sido un estereotipo ofensivo aunque hubiera sido interpretado por un asiático”.

Laurence Olivier como Otelo (Otelo, 1965)

Es bien sabido que las primeras películas evitaban actores afroamericanos y empleaban caucásicos completamente maquillados para interpretar a sus personajes de color. La práctica fue diluyéndose durante los 30, al considerarse excesivamente racista. Hollywood todavía batalló un buen rato por lograr la igualdad racial –cuya existencia se disputa hasta la actualidad–, pero ni siquiera esto permitió que las audiencias comprendieran la elección de Laurence Olivier como Otelo, personaje creado por William Shakespeare y cuya naturaleza morisca fuera determinante para la historia. Pero esto no fue lo peor, sino que el británico empleara el viejo maquillaje negro –mejor conocido como blackface– para su interpretación.

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Ni siquiera la controvertida blackface impidió que Otelo brillara entre los grandes éxitos de 1965 y cuyos logros fueran avalados por cuatro nominaciones al Premio de la Academia. Sí, ¡una de ellas fue para Laurence Olivier por su interpretación del moro! Y es que más allá del polémico maquillaje, el legendario actor conquistó a las audiencias por la profundidad de su voz –que además fuera engalanada por un exótico acento–, su peculiar andar y su brillante interpretación. Su labor fue tan impresionante, que –aunque parezca imposible– por momentos nos hace olvidar que se trata de un blanco sumido en capas de maquillaje negro.

Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close & Winona Ryder como los Trueba (La casa de los espíritus, 1993)

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El talento histriónico de Jeremy Irons, Meryl Streep, Glenn Close y Winona Ryder les permite interpretar cualquier papel sin dificultades, pero es incapaz de modificar sus características raciales en beneficio de un personaje. Esta fue una de las mayores críticas a la adaptación de La casa de los espíritus, pues el cuarteto estelar interpreta a una poderosa familia chilena en pleno golpe de estado de Augusto Pinochet. Este whitewashing se extendió por casi todo el elenco que también incluyó a Vanessa Redgrave, Vincent Gallo y Armin Mueller-Stahl. Al final, los únicos elementos latinos del cast fueron María Conchita Alonso y Antonio Banderas, que interpretan a la prostituta y el campesino respectivamente.

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El director Bille August batalló por capturar el realismo mágico de Isabel Allende y el resultado fue un filme de tintes fantásticos que lucían innecesarios ante el dramatismo de la historia. Si le sumamos un ritmo semilento y más de dos horas de duración, no nos sorprende que el blanqueamiento fuera el menor de los problemas en La casa de los espíritus. A esto agreguemos que los cuatro protagonistas ejecutaron un trabajo excepcional, al grado de que el blanqueo de sus personajes fue perdonado por las audiencias.

John Wayne como Genghis Khan (The Conqueror, 1956)

John Wayne garantizó un lugar en la historia hollywoodense como el máximo exponente del western, pero también como uno de los whitewashings más criticados en toda la historia. Y es que nadie comprendió que el californiano deseara interpretar al líder mongol en la cinta dirigida por Dick Powell y peor aún, que el realizador le eligiera para el personaje. ¿Cómo solucionar las evidentes diferencias culturales? La respuesta fue sencilla para el departamento de maquillaje: oscurecer sólo un poco el tono de piel y ponerle un característico bigote Fu Manchu.

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Ni siquiera el legado de John Wayne pudo evitar una catastrófica caracterización en The Conqueror, descrita por The New York Times como “rápidamente reconocible”. El histrión tampoco fue apoyado por su bien conocida cabalgata, que rompió todavía más la ilusión al convertir al guerrero mongol en un eterno vaquero. Lo más curioso es que The Conqueror es tan absurda –por no decir mala– que el blanqueo de su personaje central pareciera el menor de sus problemas. Pero no todo es negativo, pues la cinta se incluyó entre las 100 películas malas más disfrutables de todos los tiempos según The Official Razzie Movie Guide.

Alec Guinness como el Príncipe Faisal (Lawrence de Arabia, 1962)

Lawrence de Arabia marcó una de las grandes actuaciones de Alec Guinness, pero también uno de los momentos más controvertidos en su carrera al encarnar un monarca árabe. Para lograrlo, el actor pasó por un tibio trabajo de caracterización que apenas bronceó su piel y oscureció su cabello, dando como resultado uno de los blanqueos más descarados en toda la historia cinematográfica.

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Faisal ha sido interpretado por tres actores diferentes: el primero fue Jeff Corey en Sirocco (1951), el segundo fue Alec Guinness en la ya mencionada Lawrence de Arabia (1962) y el más reciente fue Alexander Siddig para A Dangerous Man: Lawrence After Arabia (1992). El británico ha sido la peor opción racial, pero la mejor actoralmente hablando. Quizá por ello este whitewashing se suele perdonar –e incluso olvidado– hasta por los más exigentes, pues fue determinante para construir uno de los grandes clásicos cinematográficos de todos los tiempos.

 Scarlett Johansson como la Mayor Motoso Kusanagi (Ghost in the Shell, 2017)

La adaptación hollywoodense ni siquiera ha debutado y ya enfrenta una de las peores críticas de whitewashing en toda la historia. Y es que buena parte de las audiencias occidentales confiaban en la elección de Rinko Kikuchi –mejor conocida como Mako Mori en Titanes del Pacífico– como la Mayor Kusanagi y se decepcionaron al descubrir que el rol sería para la muy blanca Scarlett Johansson.

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Los aficionados externaron su descontento desde el anuncio oficial y reemplazaron la primera imagen de Scarlett Johansson con el rostro de Rinko Kikuchi. La decisión también se juzgó en medios como Los Angeles Times: “la única raza que le importa a Hollywood es la de la taquilla”. Por su parte, el director Rupert Sanders explicó que “defiendo mi decisión. [Scarlett Johansson] es la mejor actriz de su generación”, mientras que Paramount liberó un video en el que Mamoru Oshii –director del anime original– se muestra gratamente sorprendido por el trabajo de la actriz. Lo más curioso es que las audiencias niponas comprendieron –e incluso aplaudieron– la decisión de la rubia, al considerar lógico que una actriz con sus caracterísitcas fuera elegida como protagonista de una adaptación eminentemente occidental.

Emma Stone como Allison Ng (Aloha, 2015)

Puede que Aloha no sea la mejor película de Cameron Crowe, pero definitivamente es su proyecto más polémico tras la extrañísima elección de Emma Stone como Allison Ng: una joven con un cuarto de ascendencia hawaiana y un cuarto de ascendencia china. Y por si tienen más dudas del personaje, Entertainment Weekly la describió como “una experta de la danza hula, con importante conocimiento de la guitarra folklórica hawaiana y que rapsodia sobre la energía espiritual cuando no pretende salvar al archipiélago de un complejo militar-industrial ascendente”. Sí, todo un estereotipo del hawaiano…

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Las duras críticas contra Emma Stone obligaron a Cameron Crowe a disculparse por la elección, pero también a explicar que “hasta el 2007, la Capitana Allison Ng fue escrita como una súper orgullosa cuarto de hawaiana frustrada porque no lucia como una. Un padre mitad chino pretendía mostrar la sorprendente mezcla de culturas que prevalecen en Hawai. El personaje estaba inspirado en una pelirroja local de la vida real que era exactamente así”.

Por su parte, Emma Stone también se disculpó en su blog, al asegurar que “aprendí sobre la historia del whitewashing en Hollywood y lo importante que es el problema”. Por su parte, la Red de Acción Mediática por Asiáticos Americanos invitó a las audiencias a boicotear el filme y aunque dudamos que su mensaje haya prosperado entre las audiencias, Aloha tuvo una infame taquilla mundial de apenas $26 MDD que le convirtió en uno de los peores fracasos de 2015.

 Matt Damon como William Garin (La Gran Muralla, 2017)

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China tiene uno de los mercados más importantes del mundo, pero también una ambiciosa industria cinematográfica que busca expandirse por otros territorios. Para lograrlo, el país asiático decidió aliarse con Estados Unidos en una ambiciosa superproducción que convirtiera a la Muralla China en una defensa contra monstruos invasores. Se esperaba que fuera una cinta primordialmente asiática, pero las primeras sorpresas llegaron con la inclusión de numerosos actores occidentales y cerraron con la elección de Matt Damon como gran protagonista del proyecto.

Las reacciones
La presencia de Matt Damon en el rol protagónico del primer gran blockbuster chino ha generado enorme molestia entre las audiencias, que critican la imposición norteamericana en una historia claramente asiática. Para colmo de males, algunos aseguran que se trata de un injusto blanqueo que quitó posibilidades al talento chino.

Sin embargo, el director Zhang Yimou se mostró molesto ante los reclamos, insistió que el rol de Matt Damon nunca se contempló para un asiático y declaró a Entertainment Weekly que “por primera vez, un filme enraizado en la cultura china, con uno de los mayores ensambles chinos de la historia, es realizado como superproducción para una audiencia mundial”. Queda claro que no fue blanqueo, pero ni siquiera estas explicaciones fueron suficientes para la actriz Constance Wu, quien tuiteó que “debemos erradicar el mito racista de que sólo el hombre blanco puede salvar al mundo”.

Christian Bale & Joel Edgerton como Moisés y Ramsés II (Éxodo: Dioses y Reyes, 2014)

Moisés y Ramsés recibieron un blanqueamiento en Los diez mandamientos, luego de que el filme dirigido por Cecil B. DeMille empleara a Charlton Heston y Yul Brynner como protagonistas de la épica bíblica. Algunos esperaban que Ridley Scott fuera más apegado a la naturaleza racial durante el rodaje de Éxodo: Dioses y reyes, pero el realizador fue todavía más controvertido al inclinarse por los nada egipcios Christian Bale y Joel Edgerton.

Las reacciones
Éxodo no tuvo una buena recepción entre el público y la crítica, siendo las características raciales de los protagonistas uno de los elementos más criticados. Variety solicitó una “versión más pura de la historia, más apegada al texto y menos moldeada por las exigencias de los blockbusters hollywoodenses”. TimeOut fue aún más exigente, tras manifestar que “si no puedes financiar una épica de $140 MDD sobre el antiguo Egipto con actores racialmente correctos, quizá no deberías hacer una épica de $140 MDD sobre el antiguo Egipto”. Por su parte, Ridley Scott defendió su decisión al argumentar en entrevista con IndieWire que “no puedo montar una película con este presupuesto y decir que mi protagonista es Mohammed. Nadie querrá financiarla”.

 Johnny Depp como Toro (El llanero solitario, 2013)

Las primeras adaptaciones de El llanero solitario generaron una tibia controversia por su reflejo de los nativos norteamericanos, pero las pocas quejas palidecieron ante audiencias acostumbradas a los estereotipos. La situación fue muy diferente con la más reciente cinta de Gore Verbinski: muchos protestaron al descubrir el significado tras el nombre original de Toro –es decir, Tonto–, nativo que acompaña al heroico vaquero en todas sus aventuras. Por si esto no fuera suficientemente problemático, el actor elegido para el personaje fue Johnny Depp. Y para colmo de males, su excéntrica interpretación generó debates sobre el adecuado reflejo de los comanches.

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A pesar de las numerosas protestas, la producción escudó todas sus decisiones en el apoyo de supervisores comanches, quienes debatieron la elección de Johnny Depp, pero finalmente coincidieron en su buen trabajo. Por su parte, el lingüista Todd McDaniels defendió el trabajo del actor al asegurar que su pronunciación era la adecuada. Finalmente, Johnny Depp justificó su presencia al argumentar posibles raíces nativas americanas de parte de su bisabuela, ¿será?

No lo sabemos, pero el triple nominado al Oscar también externó su deseo por “corregir los errores del pasado” en la encarnación de estos sectores de la población. Pero ni siquiera estas palabras fueron suficientes para muchos, pues el Director Ejecutivo Nacional del SAG-AFTRA, David White, aprovechó este casting para recordar a los responsables del continuo whitewashing hollywoodense que “las leyes insisten que la raza no forma parte de las calificaciones para un trabajo”. 

 

 

 

autor Algún día me uniré a los X-Men, la Alianza Rebelde o la Guardia de la Noche. Orgulloso integrante de Cine PREMIERE desde el 2008.
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