Buscador
Ver el sitio sin publicidad Suscríbete a la revista
Cine

Hombre al agua – Crítica

10-05-2018, 11:20:28 AM Por:
Hombre al agua – Crítica

Está salpicada de clichés propios de la comedia romántica de las que ni el salvavidas más grande la podría rescatar.

Cine PREMIERE: 2
Usuarios: 4
Votar ahora:

Goldie Hawn y Kurt Russell protagonizaron en 1987 la entrega original de Overboard, con Gary Marshall a la cabeza del proyecto. Aquella comedia romántica, a su vez, había cobrado inspiración de la italiana Swept Away (Travolti da un insolito destino nell’azzurro mare d’agosto), de 1974, la cual mostraba a una heredera capitalista varada en una isla con un hombre comunista, y cuyas ideologías contrapuestas colisionaban aparatosamente. No obstante, el filme ochentero, el de Marshall, tenía un tono menos político y más enraizado en los amores de clases sociales distintas. De vuelta a 2018, además del factor clasismo, Hombre al agua le añade un giro racial.

La película está salpicada de clichés propios de la comedia romántica de las que ni el salvavidas más grande la podría rescatar. Echa mano de las tónicas te-odio-pero-te-amo; de las mentiras con buenas intenciones; de los consejos que se sabe se pagarán caro, y otros tantos artilugios muy revisitados dentro del género. Pero el filme protagonizado por Eugenio Derbez y Anna Faris va un paso más allá y toma prestados otros tantos elementos de los melodramas mexicanos –sí, de las telenovelas– y los aclimata al estilo hollywoodense. No sólo encontramos escenas donde aparecen fragmentos reales de actuaciones exacerbadas por parte de actores nacionales, sino que la trama también absorbe la estereotipada fórmula –amores de distintas clases sociales que provienen desde la cinta original, antagonistas con motivaciones villanescas, dilemas entre elegir dinero y amor– para satirizar a estos productos de entretenimiento, a veces incluso condescendientemente.

La mano de Derbez se nota en esta influencia, la cual parece obedecer a un factor mercadológico: atraer a las salas de cine a una cada vez mayor comunidad hispanohablante ubicada al norte del Río Bravo, quienes se sentirán identificados al ver a un considerable cúmulo de mexicanos en la pantalla –aparecen Mariana Treviño, Omar Chaparro, Jesús Ochoa, Adrián Uribe, Cecilia Suárez y hasta Fernando Luján, todos con interpretaciones al punto y con loable paridad tonal–. Pero igualmente se identificarán mediante los guiños a la cultura del entretenimiento latinoamericano combinada con la comedia estadounidense hiperbolizada, al estilo de Adam Sandler. Al final, la película de Bob Fisher y Rob Greenberg es un sincretismo humorístico que no escapa de la convención.

Asimismo, a diferencia del filme con Hawn y Russell, Hombre al agua invierte los sexos. En aquella, una despiadada heredera perdía la memoria y un hombre trabajador le hacía creer que era su esposa, so pretexto de hacerla cocinar, limpiar la casa y cuidar de sus hijos varones. Un claro statement de que ellas pertenecían al hogar. En la versión actual se invierten los roles de género. Leonardo (Derbez) es un ególatra junior mexicano ahogado en dinero y que maltrata a Kate (Faris) cuando ésta acude a limpiar su yate; sin embargo, él sufre un accidente y queda amnésico. A modo de venganza ella lo convierte en su esposo para que se encargue de las tareas domésticas, mientras ella estudia para un importante examen. La nueva modalidad ofrece pasitos de reivindicación del papel de la mujer en el cine, aunque en muchas producciones sigan ganando menos que sus coestrellas masculinas.

autor No soy la Madre de los Dragones, pero sí de @Enlabutaca; desde ahí y en Cine PREMIERE estoy en contacto con las buenas historias. Melómana, seriéfila, cinéfila, profesora universitaria, y amante de las bellas artes. Algún día escribiré una novela de ciencia ficción. ¡Unagui!
Comentarios