Charlie Kaufman: Ranking de todas sus películas
Un vistazo a la carrera de Charlie Kaufman es suficiente para entender por qué se ubica entre las mentes más creativas del cine.
Charlie Kaufman se ha ganado con creces el derecho a ser considerado uno de los creativos más originales en toda la historia del cine. Inició su carrera como guionista televisivo y fracasó en sus esfuerzos por incorporarse a series de alto calibre como Seinfeld y The Simpsons. Lejos de desmotivarle, esto último fue un importante aliciente para la realización de su primer guion cinematográfico que le valió su primera nominación al Oscar y le colocó entre los escritores a seguir en la industria contemporánea.
Los éxitos siguieron llegando y el camino ascendente desembocó en un inminente salto a la dirección. Eso sí, siempre respetuoso de su esencia, pero también de sus inquietudes que deambulan entre las reflexiones creativas y humanas.
Repasamos la carrera de Charlie Kaufman con un ranking de toda su filmografía, ¿cuál es su mejor película?
Human Nature (Dir. Michel Gondry, 2001)
El éxito de ¿Quieres ser John Malkovich? (1999) resultó en una gran atención para Human Nature, segundo guion cinematográfico de Charlie Kaufman y que marcaría un nuevo debut realizador, esta vez para Michel Gondry. Queda claro que el escritor intentó aprovechar su peculiar estilo para abordar, tal y como reza el título, la naturaleza humana con un dramedy que enfrenta directamente a la civilización y el humano en un estado salvaje, pero también que fracasó por dejar atrás sus mayores fortalezas y conformarse con una historia que limita al mínimo sus exploraciones de la psique humana. Una película virtualmente olvidada en la exitosa obra de Charlie Kaufman y cuyo mayor legado fue iniciar la alianza con Michel Gondry que años después se reencontraría con la estupenda Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (2004).
Confesiones de una mente peligrosa (Dir. George Clooney, 2002)
Charlie Kaufman jugó un papel determinante en el camino realizador de George Clooney, luego de que el novel creativo se hiciera con el codiciado guion de Confesiones de una mente peligrosa y lo convirtiera en su flamante ópera prima. La cinta adapta la autobiografía de Chuck Barris, famoso presentador televisivo que clamara haber trabajado bajo las órdenes de la CIA. Un thriller presuntamente inspirado en la vida real, pero con aspectos tan increíbles que pocos creen en su veracidad y que ha inspirado numerosos debates desde su publicación en 1984. El guion pudo resultar interesante bajo la pluma de otro escritor, pero difícilmente habría sido tan fascinante como lo hecho por Kaufman, quien retomara la esencia de El ladrón de orquídeas para demostrar que la realidad y la ficción están más cerca de lo que muchos piensan. Después de todo, ¿qué es una autobiografía sino una visión engrandecida de nuestros propios aciertos y errores? Un concepto que no se limita a los impresos, sino que existe en la mente de cada persona y la concepción que tiene de sí misma.
Anomalisa (Dir. Charlie Kaufman, 2015)
Segundo esfuerzo realizador de Charlie Kaufman, así como su anticipado debut en el cine animado, donde recurrió a la técnica del stop-motion para abordar la historia de alienación de un hombre incapaz de encontrar su lugar en un mundo cuyos habitantes parecen tener cada vez menos personalidad. Su diferenciación no se limita a la técnica, sino a que lejos de conformarse con un simple reflejo de la soledad humana, el creativo distorsiona la realidad hasta convertirla en una pesadilla distópica a ojos del espectador, la cual aumenta todavía más por el comportamiento errante del personaje estelar. Una combinación tan improbable como imperfecta con una trama plagada de altibajos, pero que garantiza las reflexiones sobre una sociedad quebrada por la falta de personalidad propia, así como por la indecisión de cada individuo, lo que le valió la nominación al Oscar a Mejor película animada.
Nueva York en escena (Dir. Charlie Kaufman, 2008)
Charlie Kaufman debutó en la dirección con una película que captura perfectamente sus inquietudes creativas y que sólo podía haber sido concebida por su persona. La historia de un director teatral tan obsesionado con alcanzar la perfección que termina entrelazando todas las fronteras entre realidad y ficción, lo que resulta en una exquisita metáfora del trabajo creativo, pero también en las dificultades que implican los continuos esfuerzos humanos por alcanzar el conocimiento. Una película desafiante cuyos mensajes van de lo básico a lo filosófico, pero que sale adelante gracias a las cualidades de Kaufman y las virtudes de Philip Seymour Hoffman. Brilló en los Independent Spirit Awards y fue nominada a la Palma de Oro en Cannes, pero cuya complejidad narrativa le ha llevado a ser injustamente posicionada entre los eslabones más débiles en la carrera de su escritor/realizador.
I’m Thinking of Ending Things (Dir. Charlie Kaufman, 2020)
La novela homónima de Iain Reed deambula entre el suspenso y el terror con la historia de un joven que viaja con su novia a un remoto sitio para que conozca a sus padres. Charlie Kaufman respeta esta misma premisa, pero no pierde la oportunidad de hacerla suya con su peculiar visión e inconfundible estilo narrativo. Esto hace que todas las premisas iniciales se desvanezcan en beneficio de una historia de tintes pesadillescos que aprovecha temas como la culpa y el dolor para reflexionar sobre las dificultades de encontrar una identidad propia en convivencia con otras personas, incluso aquellas pertenecientes a los círculos más cercanos. Heredera directa y oscura de Nueva York en escena (2008) y como tal, uno de los filmes más ambiciosos en toda la filmografía del escritor y director.
El ladrón de orquídeas (Dir. Spike Jonze, 1999)
Mientras ¿Quieres ser John Malkovich? (1999) demostró la destreza de Charlie Kaufman al momento de incorporar los escenarios más surrealistas al mundo real, El ladrón de orquídeas exhibió un enorme talento metanarrativo. Esto porque, la segunda colaboración del escritor con el director Spike Jonze no se limitó a las simples referencias del quehacer cinematográfico o con rompimientos de la cuarta pared, sino que construyó toda una historia alrededor de su propia figura durante la concepción del guion para la adaptación de un libro imposible, lo que implicó convertir a la autora en una auténtica delincuente y crear un gemelo cuyo carácter ficticio sigue sorprendiendo hasta nuestros días. Ni siquiera la Academia se salvó de la farsa, pues no sólo nominó a Charlie Kaufman al Oscar a Mejor guion adaptado, sino también al falso hermano Donald que aparece en los créditos finales. Todo esto resultó en una cinta memorable en su trama, pero también por demostrar la capacidad del cine para convertir la ficción en realidad por más improbable que ésta parezca en pantalla.
¿Quieres ser John Malkovich? (Dir. Spike Jonze, 1999)
Charlie Kaufman tuvo un debut cinematográfico de ensueño con ¿Quieres ser John Malkovich?, que le posicionó entre los guionistas más originales de la industria y le valió su primera nominación al Premio de la Academia. Todo esto con la singular historia de un titiritero desempleado que encuentra un portal que le conduce directamente a la mente de John Malkovich. Una premisa excéntrica, pero también brillante por sus paradojas sobre el accionar humano y que incluso deambuló cerca de la perfección gracias a la visión del también debutante Spike Jonze, con el que Kaufman formaría una importante mancuerna durante casi una década. A esto sumemos el buen trabajo de su ensamble integrado por John Cusack, Cameron Diaz, Catherine Keener y muy especialmente del propio John Malkovich como una sátira de sí mismo. Sería la joya de la corona en la carrera de casi cualquier guionista, pero no en la de Kaufman, cuya auténtica obra maestra llegaría sólo cinco años después.
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Dir. Michel Gondry, 2004)
Pasan los años y Eterno resplandor de una mente sin recuerdos se mantiene firme entre las películas más queridas por el público y aclamadas por la crítica, resultado de su grandeza narrativa, así como de la humanidad que destila. Y es que a diferencia de otros dramas románticos cuyas revisiones implican cambios en el imaginario, la historia concebida por Charlie Kaufman no tiene héroes ni villanos, sólo un enorme dolor a causa de la pérdida y un continuo deseo por aferrarse a lo bueno aun cuando esto implique revivir todo lo malo. Estas características se vieron fortalecidas por el brillante trabajo histriónico de Jim Carrey y Kate Winslet, quienes interpretan a una pareja cuya dolorosa ruptura los adentra un procedimiento que consiste en borrar todos los recuerdos conjuntos. A esto sumemos la exquisita dirección de Michel Gondry, cuya visión le permite deambular libremente entre el mundo real y surrealismo de la mente humana. El filme que garantizó un lugar en la historia del cine para Charlie Kaufman, además de su consolidación entre los grandes talentos creativos de todos los tiempos con el Oscar a Mejor guion original, el primero en toda su carrera.