El refugio
Con pocos diálogos y enfocada más en lo visual, François Ozon logra crear emociones en la audiencia con Le Refuge.
En El refugio (Le Refuge), el director François Ozon nos presenta a Mousse (Isabelle Carré), una mujer que después de sufrir una sobredosis de heroína donde muere su novio, se entera que está embarazada. Así, ella se va a una casa en las afueras de París para alejarse, especialmente de la familia millonaria del padre de su hijo. En este intervalo, su cuñado gay Paul (Louis-Ronan Choisy) la visita y se queda con ella para hacerle compañía.
Pero esto es sólo la premisa de una historia que va más allá de eso, pues la dirección de Ozon nos introduce a la casa de playa para hacernos testigos del desarrollo de los personajes. Y es que aun cuando la película recurra a pocos diálogos y se enfoque más en las imágenes, cada cuadro es fríamente calculado para crear emociones entre la audiencia. Y uno de los grandes méritos del guión de El refugio, escrito por el cineasta y por Mathieu Hippeau, es que a pesar de que la personalidad de la protagonista no es tan agradable, sí logra que te sientas atraído por Mousse, que haya empatía, que cuestiones el por qué de sus acciones y que al final te intereses por su destino.
Pero quizá lo más sobresaliente sea la música, compuesta por el protagonista Louis-Ronan Choisy. Él, novato en el mundo del cine, ya había lanzado 3 discos antes de entrar al proyecto, pero aún sin experiencia histriónica, logra dar una sincera interpretación y crear un vínculo con la audiencia.
El tema de la soledad, el cuestionar a la humanidad y no vivir bajo los estándares de la sociedad son expuestos El refugio, pero todos de manera muy sutil y sin convertirse en el eje central de la historia. Aquí, el enfoque es más hacia el crecimiento de 2 personajes que aún tienen un gran camino por recorrer. Y la curiosidad que crea en la audiencia, de saber hacia dónde irán, es algo que pocos filmes logran con éxito.