Orange is the New Black, temporada 5

La quinta temporada de Orange is the New Black comienza donde la cuarta nos dejó: en medio de una revuelta en donde las reas toman poder sobre los celadores. Así se vivirán, en tiempo real –supuestamente–, los sucesos que llevarán a un desenlace potencialmente mortal. Claro, sin olvidar los ya icónicos flashbacks que nos permitirán conocer los pasados de muchos personajes que antes eran secundarios. Pero, ¿logra el nuevo formato dar frescura a un programa que va entrando a su quinto año? Tristemente, la respuesta es no. 

Cuando se estrenó Orange is the New Black, la audiencia quedó gratamente sorprendida. Fue de las primeras series originales de Netflix y Jenji Kohan (la creadora) había logrado crear una historia diferente, honesta y cuyo humor incluso llegó a ofender a los más conservadores. Además, era protagonizada por un gran elenco de mujeres, todas diferentes entre sí. El éxito del show radicaba en su capacidad de mostrar material relevante sin dejar de entretener. Nos enamoramos de estas mujeres que nos mostraron que la diversidad enriquece. 
Aunque con algunas inconsistencias, este esquema se logró mantener a lo largo de todas las temporadas. El final de su cuarta entrega proponía un espacio para criticar la violencia policiaca hacia minorías raciales en Estados Unidos. Pero la realidad es que estos nuevos capítulos son decepcionantes, fallan en su propósito de visibilizar. Se pierde en el drama circunstancial de la revuelta.  

La temporada también falla en explorar a los personajes, muchas de ellas se sienten ausentes, sólo para regresar en el climax –los últimos tres capítulos–. Se ha convertido en ese tipo de series que busca interesar a la audiencia a base de cliffhangers. La fuerza dramática se centra en el final abierto que garantiza que la audiencia regresará a sus televisores el año que viene –por lo pronto, OITNB fue renovada para dos temporadas más–. Eso funciona en series escritas por Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy, How to Get Away With Murder), no en una pieza de personajes como lo era este show anteriormente.

Tal vez la desarticulación viene de la cantidad de historias que trata de manejar el show. No me malinterpreten, como ya mencioné, la diversidad es lo que hizo que OITNB sobresaliera y se volviera el fenómeno que es. Sin embargo, la quinta temporada es como una película de superhéroes en donde se pierde el centro por tener un exceso de personajes. 

La parte transgresora se diluye, porque la innovación viene en la forma y no en el fondo. Esto parece ser un intento de alargar la presencia de ciertos personajes, que en teoría, deben salir de la cárcel pronto. Tal vez el no querer retirar a ciertas actrices ha causado que la historia se sienta como mucho pan con poca mantequilla. Sería más benéfico para la historia que alguien se fuera a seguir inventando cosas que no tienen mucho sentido.

Aunque es la peor temporada hasta ahora, no se pueden dejar de lado algunos puntos positivos dentro de ella. Empezando por las actuaciones de estas actrices, que aunque ya son garantía, siempre resultan disfrutables de ver. Este año las más sobresalientes son Danielle Brooks (Taystee) y Kate Mulgrew (Red), quienes parecían estancadas en su mismo rol de siempre. 

Por otro lado, están aquellos momentos en los que se burlan de problemáticas relevantes de género, sexualidad y diversidad racial –excluyendo la violencia policial, que ya comentamos que no funciona en este caso–. Lo increíble de la serie es que sabe hacerlo sin resultar profundamente seria. Muchas veces utilizan el humor para establecer un punto o escenas íntimas que resultan profundamente emotivas que se vuelven en el punto más fuerte de los episodios.

A pesar de la decepción que resultó de estos 13 capítulos, debemos darle el beneficio de la duda –aceptemos que la mayoría de los programas tienen por lo menos una temporada regular–. Jenji Kohan ha logrado romper esquemas y ha traído un show de mujeres para todo público. Esperemos que no caiga en la categoría de series que se vuelven intranscendentales por no saber cuándo terminarlas. El elenco y los escritores están ahí, solo tienen que encontrar la manera de entregarnos mejor contenido.

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Cristina Vales Cristina Vales fue editora de Cine PREMIERE por casi tres años, sin embargo, su lado geek la ha mantenido cerca. Búsquenla si quieren hablar de Buffy la Caza Vampiros, libros y todo lo que tenga que ver con entretenimiento.