Experimento exorcista
The Possession Experiment es una película que da miedo... pero por su pésima realización.
Hay casos en los que uno no puede empezar sino por el principio. Y es que con una premisa cómo ésta, pues… no queda de otra, aquí va. Un estudiante de teología, al que siempre le han intrigado los fenómenos paranormales y similares, tiene una “brillante” idea y decide que para su trabajo final de clase va a realizar un experimento peculiar y a todas luces muy poco recomendable. El sujeto pretende realizar una invocación para que el Diablo le posea y así probar de una vez por todas si los demonios realmente existen, “porque ése es el gran misterio que atormenta a la humanidad”. Por supuesto esto desata fuerzas oscuras que estarán más allá de su compresión y su control. Está claro que una película que tiene un punto de partida como este no puede ser tomada realmente en serio y que quizás hubiera sido mejor aspirar a convertirse en una mezcla de comedia y terror. Sin embargo, aquí el problema es que los responsables de realizarla pensaron lo contrario.
Es de esta forma que en Experimento exorcista nos encontramos con una propuesta que utiliza toda clase de rcursos narrativos tramposos, incluidas las salidas fáciles y una serie de vueltas de tuerca incongruentes que no logran sorprender a nadie y sólo hacen aún más accidentado el desarrollo de algo que carece de una estructura clara. Ya no hablemos de lo predecible de todo el asunto y las actuaciones que sólo evidencian la incapacidad de los actores para poder creerse lo que ellos mismos saben que no tiene ni pies ni cabeza. Por si lo anterior fuera poco, apuestan por el uso de grabaciones realizadas dentro del relato mismo, además de ciertos elementos “tecnológicos” para dizque darle cierto sustento científico y mezclar el terror con la investigación, lo cual termina siendo artificioso y a veces un tanto ridículo.
Así pues, estamos ante un producto de manufactura ínfima, que falla incluso en los aspectos más básicos y que no logra asustar en ningún momento. Por el contrario, en su afán de ser tomado en serio, termina siendo aburrido y hasta incómodo. Cierto, hay veces que este tipo de películas llega a ser tan absurda que se convierte en una curiosidad o incluso en un objeto de culto, pero no nos engañemos, Experimento exorcista está lejos de esa categoría y únicamente es recomendable para quien quiera perder un poco de tiempo y esté en la disposición de reírse un poco.