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Cine

Espiando a los vecinos

24-11-2016, 8:48:22 AM Por:
Espiando a los vecinos

Keeping Up with the Joneses es una comedia previsible aunque medianamente entretenida.

Cine PREMIERE: 2
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La más reciente película de Greg Mottola (Paul), Espiando a mis vecinos, apuesta por dos vertientes del humor. Por un lado, la comedia de situación, en la que lo que sucede en pantalla no necesariamente tendría que hacer reír aunque finalmente ése es su objetivo, y la comedia física, algo que se le da muy bien a Zach Galifianakis, uno de los protagonistas.

La combinación al final resulta poco afortunada a pesar del reparto que incluye a Jon Hamm, quien fuera el protagonista de la extraordinaria serie Mad Men; a la bella Gal Gadot, quien protagonizará Wonder Woman, e Isla Fisher, cuya filmografía incluye Los ilusionistas y El gran Gatsby.

La historia, escrita por Michael LeSieur, es una comedia de espionaje que, para quien haya visto el trailer, no tiene muchos secretos. Tim y Natalie Jones (Hamm y Gadot) son un matrimonio que acaba de mudarse a un suburbio de Atlanta. Su sofisticación –él supuestamente es un viajero qe mantiene un blog y ella, una cocinera con éxito en las redes sociales– impresionan a todo mundo, incluidos Jeff y Karen Gaffney (Galifianakis y Fisher), sus vecinos de la casa de enfrente. Sin embargo, Karen tiene la certeza de que la pareja no es lo que aparenta y decide espiarlos.

Natalie casi logra convencerla de que no es así en una divertida escena en un vestidor (con esa media sonrisa y esa mirada convencería a cualquiera), pero mientras Karen intenta reavivar el fuego con Jeff, accidentalmente rompen una escultura que les había obsequiado Tim y descubren algo que hace que Karen vuelva al ataque y descubra la verdadera ocupación de la familia Jones.

Lo que sigue son los momentos en los que la acción y la comedia se funden. Así, entre persecuciones, explosiones, tiroteos y situaciones absurdas la película avanza a trompicones, sin que las escenas sean lo suficientemente divertidas ni lo suficientemente emocionantes. Pero no hay nada que reprocharle a los actores. De hecho, cada uno cumple eficientemente con su parte y, de hecho, Hamm se muestra como un candidato muy serio por si quisieran sustituir a Daniel Craig en la franquicia de Bond.

Hay un tema de fondo, que es el de la importancia de la amistad y el de estar a gusto con uno mismo, que está ahí como mensaje de la historia y que se vuelve parte esencial de la trama aunque parezca forzado. El epílogo parece ofecer la posibilidad de una continuación, pero ¿qué más podría hacerse?

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autor Nadie quiere acompañarlo al cine porque come palomitas hasta por los oídos e incluso remoja los dedos en el extraqueso de los nachos. Le emocionan las películas de Stallone y no puede guardar silencio en la sala a oscuras. Si alguien le dice algo, él simplemente replica: "stupid white man".
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