Falsa identidad
Una interesante obra de suspenso intelectual vale la pena revisar.
Falsa identidad es la verdadera historia (como su nombre en inglés indica) de Michael Finkell, un periodista norteamericano quien fue acusado (y ultimadamente confesó) de fabricar datos y combinar anécdotas para «mejorar» su reportaje sobre niños en condiciones atroces en África. Al poco tiempo de su despido de aquel diario, él recibe la noticia de que un hombre acusado de asesinar a su esposa e hijas (James Franco) ha estado usando su nombre. Finkell (Jonah Hill) lo visita en la cárcel y después de acordar escribir un libro sobre él y de enterarse porqué adoptó su nombre, comienzan una relación interesante de codependencia y (de cierta forma) admiración mutua.
De entrada, el estreno de esta cinta en nuestro país de forma digital (está disponible para descarga exclusiva en iTunes) podría hacerla parecer como un producto menor fácil de ignorar. Sin embargo, valdría la pena repensar esta postura, sobre todo para los seguidores del suspenso intelectual. Desde que abre el filme, con unas imágenes desconcertantes que van plantando los elementos del misterio que poco a poco se irán desenmarañando, es claro que estamos ante un cineasta con un excelente dominio del ritmo. Con pasos muy seguros, la narrativa nos va llevando de la mano para conocer, a través de las sutiles conversaciones de los dos personajes, los detalles y contradicciones de este extraño caso. Si no lo supiéramos, jamás adivinaríamos que se trata de la ópera prima de Rupert Goold. La construcción narrativa de la cinta es, creo, prácticamente impecable.
Las interpretaciones de Jonah Hill y James Franco (ambos grandes amigos en la vida real) son precisas y, aunque a los dos ya los conocemos bien en el drama, es evidente que el trabajo «de mesa» para explorar a los personajes fue largo y fructífero. Si algo le podemos alabar al realizador, es su dirección de actores. Incluso Felicity Jones, quien aquí es inexplicable y lamentablemente relegada a un papel de soporte cuya función es poco más que dar exposición, brilla en el poco tiempo que tiene en pantalla.
Aún así, y sin llegar a los spoilers porque sí es una cinta que cualquiera medianamente interesado en el suspenso debería ver, el buen ritmo que lleva durante casi toda su duración no logra del todo sostenerse y algunos elementos que describiré así de vagamente podrían dejar a varios insatifechos.
Al final se trata de una interesante obra que vale la pena revisar, aunque termine sintiéndose un poco como una oportunidad desperdiciada. Es buena, pero pudo ser increíble.